Pedro Tortolero, pintor y grabador sevillano del siglo XVIII, fue discípulo del pintor Domínguez Martínez. Aparte de a la pintura de caballete y a la pintura mural, de la que se conservan ejemplos en las iglesias de San Isidoro y San Luis de los Franceses, Tortolero se dedicó a trabajos de dorado y policromado de retablos, y al grabado. Es a esta última faceta como grabador a la que se dedica esta pequeña muestra de ejemplares conservados en el Fondo Antiguo de la Biblioteca de la Universidad de Sevilla.
Algunos de estos grabados forman parte del aparato gráfico de libros, pero otros son grabados exentos, y todos ellos son interesantísimas piezas para la iconografía de la ciudad de Sevilla.