Introducción

 

Desde la antigüedad el libro ha sido la forma más habitual de difundir las ideas y preservar nuestro saber, nuestra memoria. A través de sus hojas manuscritas o impresas el ser humano ha transmitido sus conocimientos, ideales, doctrinas y expresiones artísticas, traspasando fronteras geográficas y temporales. Pero todo hubiera sido más difícil si no se hubiera encontrado la forma de proteger el texto escrito.

La encuadernación, definida como el conjunto de técnicas utilizadas para proteger y unir los pliegos u hojas que forman un volumen, siempre estará unida al libro, formará parte de él. Su estructura y aspecto han cambiado a lo largo de los siglos, pero sin abandonar el fin de preservar el contenido custodiado. 

Los encuadernadores, por lo tanto, evolucionaron técnicamente pero también se fueron adaptando a los gustos de las diferentes corrientes artísticas. Es por ello que, aunque se pueden realizar clasificaciones tomando como referencia las técnicas o materiales empleados, será el estudio de la decoración el que más fácilmente nos ayudará a contextualizar las obras. 

La encuadernación nos habla también de su creador y su poseedor, pues en muchas ocasiones eran estos últimos quienes decidían cómo encuadernar, con qué calidad y usando qué materiales, en función   de su poder adquisitivo y sus preferencias estéticas. En muchas ocasiones añadían un super libris con el que identificar facilmente el linaje o la institución de procedencia. 

Esta exposición, a la que concurren las encuadernación más significativas custodiadas en los anaqueles de la Biblioteca de la Universidad de Sevilla, es una nueva edición de la que en 2012, y bajo el mismo título, se editó en este mismo espacio expositivo.  En aquella ocasión la selección y las fichas técnicas fueron obra del equipo de becarias de la Sección de Fondo Antiguo. Hoy, con nuevos medios a nuestro disposición,  y con el concurso de especialistas en la materia, presentamos esta segunda edición, adicionada con nuevas piezas y nuevos comentarios, y de la que son responsables Yolanda Abad Méndez y Laura del Pozo Moriel.