Árabes de cartera

La encuadernación en el Fondo Antiguo de la BUS

Estilo bastante homogéneo que sin embargo cuenta con unos límites geográficos y temporales de gran amplitud; desde India a España, durante los siglos VIII al XIX. Técnicamente hablando se basan en encuadernaciones coptas y bizantinas. Utilizan cosidos de cadeneta con dos o cuatro puntos de serrado usando una sola aguja y un hilo para todo el volumen. 

Las cabezadas son diferentes de las occidentales, sobresalientes y muy decorativas. Utilizan una estructura de zigzag bicolor sobre un alma plana de piel. 

Son libros que abren desde el lado izquierdo debido al sentido de su escritura. El bloque textual y las tapas son completamente independientes. Estas termiman siendo de cartón tras abandonar el papiro o la madera. 

Destacan las aportaciones estéticas. La decoración se concentra en las tapas y puede ocupar también los cortes, pero no el lomo. Introducen el pan de oro utilizando pequeños hierros de motivos geométricos y vegetales. 

Una de sus aportaciones con más repercusión fue la solapa (encuadernación de cartera) tan usada en volúmenes de archivos y bibliotecas occidentales. Se prolonga hasta el centro de la cubierta anterior cubriendo el corte delantero. De esta forma mantiene el ejemplar cerrado y protege el desgaste del corte delantero. 

 

Este primer ejemplo contiene un córdica coránico de filiación magrebí. La estructura de las tapas es simétrica. La cubierta, en piel burdeos, contiene ornamentación que se inicia con una primera orla dorada con motivos vegetales. Desde los ángulos se une con una rueda de eslabones dorados a una segunda orla realizada con el mismo motivo. La parte central está decorada con tres óvalos de piel de color verde (el central más grande), incrustados en la tapa y enmarcados por bordura de arquillos dorados. Una rueda de eslabones une por arriba y por abajo los óvalos con la orla interior. En las esquinas de este espacio central florones dorados. Un esquema similar se reproduce en la solapa. El lomo se recubre completamente con doble rueda de motivos vegetales. El interior de la cubierta se cubre enteramente con cuero verde. Este Corán se encuentra además protegido en una bolsa de cuero con un asa, de aspecto exterior sencillo y discreto. Sin embargo el interior de la bolsa nos descubre un trabajo preciso del cuero al que se añaden textiles de diferentes colores para crear una composición integrada por atauriques o motivos vegetales.

El siguiente ejemplo utiliza piel castaña como material de la cubierta. El esquema decorativo, simétrico en ambas tapas, se inicia con la compartimentación de la superficie en cuatro mediante bordura de doble hilo en seco. La ornamentación gofrada se completa con florones en las esquinas externas e internas del cuadrado principal, junto a hierros circulares y ovales posicionados en los ejes de compartimentación y en los espacios resultantes. El oro se reserva para la figura estrellada central y las viñetas de las esquinas. Esta decoración se repite también en la solapa. 

El tercer ejemplo lo proporciona este códice encuadernado en piel verde. El esquema decorativo, simétrico en ambas tapas, se organiza en base a cuatro rectángulos concéntricos realizados con doble hilo gofrado. Entre el segundo y el tercero se desarrolla una greca de motivos curvos contrapuestos. Todos ellos se unen en los ángulos con el mismo tipo de bordura. Dentro del rectángulo central se disponen cuatro florones dorados en las esquinas y un motivo oval dorado y enmarcado por bordura de eslabones que conecta con los lados menores del rectángulo central. Un esquema similar se realiza en la solapa. Sobre el lomo “CÓDICES ÁRABES” en letras doradas. En el lomo de la solapa rectángulo de doble hilo gofrado y al centro línea longitudinal de los mismos florones dorados que aparecen en las tapas.