Los índices de libros prohibidos nacen para hacer frente al auge que la literatura heterodoxa adquirió desde la década de 1520.  Ya en 1540 y 1545 la Inquisición había publicado listas de libros mediante cartas acordadas y edictos, pero el primer índice propiamente dicho se editó en 1551.  En 1554 se publicó "Censura generalis", que es un índice expurgatorio, más que un catálogo prohibitorio, redactado para recoger y corregir ciertas ediciones de biblias. En 1559 se publicó, por mandato del Inquisidor General, Fernando de Valdés, el primer índice de la Inquisición española. Diez años más tarde se iniciaban las gestiones para la redacción de un nuevo índice que vería la luz en 1584, bajo el Inquisidor General Gaspar de Quiroga. Constaba de dos partes, un índice de libros prohibidos y un índice expurgatorio. La historia de los "Índices de libros prohibidos" se prolonga en el tiempo hasta mediados del siglo XX. La última edición data de 1948.

Los índices van precedido por una serie de preliminares que incluyen reglas justificando las prohibiciones, mandatos dirigidos a libreros, tratantes, importadores e impresores, y advertencias para facilitar su manejo.