Ediciones y comentos

Fue en la organización de los libros de Cosme de Médici donde su bibliotecario Tommaso Parentucelli, que será papa Nicolás V (1447-1455), registró la formulación canónica de las genuinas disciplinas humanistas: “De los Studia Humanitatis, cuanto atañe a gramática, retórica, historia, poesía y filosofía moral”. La producción de Antonio de Nebrija se enmarca cabalmente en estas materias y competencias, sobrepasándolas incluso, cuando consideramos sus obras gramaticales y lexicográficas en el ámbito de las tres facultades fundacionales de la universidad, el Derecho, la Medicina y la Teología. En efecto, su tratamiento del texto sagrado es puramente filológico, y aun así, se hizo acreedor de la censura inquisitorial. Pues la filosofía y la ética como disciplina humanista no solo fueron abordadas por Nebrija en sus comentarios de autores clásicos y cristianos, sino en su radical actitud de “virtute e canoscenza” que siguió en todos los aspectos de su vida y quedará plasmada en el emblema tipográfico de la Y pitagórica en la imprenta granadina de sus hijos.

Como poeta latino fue honrado con la coronación pública con ocasión del Epitalamio que declamó ante los reyes Isabel y Fernando en la catedral de Sevilla (18-IV-1490), y será publicado con los demás frutos de su plectro en repetidas ediciones y ampliaciones desde la antología dispuesta por el bachiller Vivanco (Salamanca 1491). También esta corona de laurel figura en el frontispicio de las portadas de sus ediciones granadinas. A fuer de su nombramiento por la reina Juana (21-III-1509) como cronista real, un codiciado cargo funcionarial muy bien remunerado, adaptó a la lengua latina la Historia de los Reyes Católicos de Hernando del Pulgar, amén de la redacción en latín —para eso le pagaban— de la campaña de anexión del reino de Navarra (1512), pero estas obras históricas se publicaron póstumamente junto con las crónicas de Rodrigo Jiménez de Rada, Alfonso de Cartagena y Joan Margarit por obra de su editor y heredero Sancho de Lebrija (Granada 1545). La función de la cátedra de Retórica, que le concedió Cisneros en la Complutense a modo de voluntariosa jubilación (1513), se vio satisfecha con la edición (Alcalá de Henares 1515) de un compendio de sentencias de Aristóteles, Cicerón y Quintiliano extraídas del acervo de su menester docente... Seguir leyendo

 

Leer estudio: La colección granadina de obras de Nebrija en la BUS [J. Montero, J. Solís].

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