Medicina antigua y medieval
La medicina en Grecia, con seguridad deudora de la egipcia, se diferencia de ésta en que se atuvo a los principios de la observación y el método racional como fundamentos del conocimiento y la práctica de la medicina, a la que aportó los nombres de tres figuras que habrían de tener una enorme influencia en el desarrollo de la profesión médica hasta bien entrada la Edad Moderna, más de mil quinientos años más tarde: Hipócrates, Galeno y Dioscórides. No en vano el llamado “juramento hipocrático” ha pasado a la historia como el código deontológico por excelencia de la medicina, Galeno prestó su nombre a los oficiantes de la medicina, apellidados mucho tiempo como “galenos”; y Dioscórides sigue siendo considerado padre, junto al propio Galeno, de la botánica farmacológica.
De estas tres grandes figuras posee la Biblioteca de la Universidad de Sevilla ejemplares de distintas ediciones, a las que añadimos una edición de “De red medica libri VIII” (los Ocho Libros de Medicina) de Aulo Cornelio Celso, y “Rei medicae libri VII (Los siete libros de medicina), de Pablo de Egina. De la importancia de este último, medico del periodo bizantino, y que en rigor pertenece ya a la Edad Media, es buena prueba que en los estatutos de 1621 de la Universidad de Sevilla se impusiera como parte de los programas de estudio.