David Cage
Si pensamos en la descripción popular de videojuegos nunca incluiríamos los videojuegos de David Cage. Y es que estos se alejan del concepto tradicional de videojuegos, o el concepto que muchos tienen inherente aunque sea de forma inconsciente. Tradicionalmente, los juegos se han caracterizado porque el rol del jugador es, en su mayoría, activo. Sin embargo, David Cage no pretende que el jugador haga lo que quiera con su historia. Los videojuegos de Cage están caracterizados por contar un relato. Son ficciones que bien se podrían adaptar a un guión cinematográfico o de las que podríamos hacer una biblia televisiva. Por tanto, en sus videojuegos, triunfa la narrativa. Todos los videojuegos, de una forma u otra, en mayor o menor medida, contienen una parte narrativa. Esto es porque, aunque de la forma más simple, se está contando una historia. Así, por ejemplo, en Mario Bros se cuenta la historia de como el personaje Mario rescata a la Princesa Peach. No obstante, las historias desarrolladas por Cage tienen un peso más complejo, acercándose más al estilo cinematográfico que al de los videojuegos. Podría hablarse de que Cage crea películas interactivas más que videojuegos en sí. De esta forma, Cage hace que el jugador tenga un rol pasivo en algunas partes de historia. Sin embargo, el creador no permite hacer pasivo al usuario constantemente propone interactividad con él.
Otra de las características de Cage es la eliminación de los tópicos. Cage elimina en sus videojuegos a los “jefes”, es decir, al enemigo final de cada fase que hay que derrotar para seguir avanzando. Además, Cage muestra un desagrado hacia el uso constante de las armas, eliminándolas en muchas ocasiones. Los jugadores hacen violentos el tipo de videojuegos repletos de armas y sangre. El resultado que ha obtenido David Cage es aportar una renovación a la industria. Otro punto de vista en el que el videojuego avanza un escalón. Cage consigue una fusión entre el entretenimiento y la diversión y la transmisión de valores, convirtiendo al jugador en un usuario que se queda pensando en el mensaje. No es tanto el hecho de contar una historia o la narrativa de esta, como el detalle de crear emoción en el espectador no que quiere conseguir Cage.
Desde mi punto de vista, el tipo de videojuego que Crea David Cage es un arte más como podría serlo el cine, la televisión, el teatro o la pintura. Sin embargo, esto no quiere decir que los videojuegos que le dan más importancia a la interacción que a la narrativa no tengan valor. Muy por el contrario, estos videojuegos son también una forma de arte, pues tras ellos hay trabajo de diseño, de gráficos y de programación digno de ser admirados. No obstante, no podemos obviar que Cage a aportando un nuevo concepto a la industria del videojuego, una renovación que probablemente consiga otro tipo de público diferente al habitual.
