La práctica de la confesión y su ritualización es, además de un sacramento de la Iglesia Católica, un poderoso instrumento de control social, que dio lugar a una ingente producción de manuales de confesión y textos de casuística y literatura moral. El Fondo Antiguo de la Biblioteca de la Universidad de Sevilla lo constituyen libros de los siglos XV al XIX, dominando claramente sobre todas las disciplinas las obras de literatura religiosa.  Dentro de este grupo, abundan las obras que tratan, desde una perspectiva u otra, sobre la confesión. Esa masiva presencia de obras se explica por la proliferación, en aquellas centurias, de manuales de confesores y suma de casos de conciencia. Se trataba de aplicar con rigor y eficacia los cánones del Concilio de Trento, que habían establecido la obligatoriedad de la confesión, pero también de ayudar a confesores y penitentes a resolver las muchas dudas, morales y dogmáticas, a las que tenían que enfrentarse.