Aguafuerte y agua tinta (127x182 mm.)

La mendicidad fue el destino al que se vieron abocadas muchísimas personas tras la guerra, incluso aquellos que anteriormente habían gozado de buena reputación y estatus social. Esta es la realidad que Goya plasma en la estampa 58, con un amplio grupo de menesterosos que se ubican en el primer plano, quienes contrastan con los personajes de espalda tras de ellos, de los que reconocemos únicamente la calidad de las ropas y sombreros que portan. 

Así, el título podría tener un doble significado: por un lado, se puede referir a que las personas que piden limosna no deberían -siempre con un sentido irónico típico del autor en la serie-, molestar dando voces a quienes aún mantienen un alto nivel de privilegios; en el otro sentido, haría mención a cómo quienes antes presumían de estar en buena posición, quienes daban voces presumiendo de ello, se ven ahora en la inevitable pobreza, condenados a vivir de la limosna.

Una vez más, el pintor aragonés pone voz a los personajes peor valorados de la ciudad. Se preocupa por mostrarnos la realidad que les ha llevado a esa posición, ante la indiferencia que despiertan en los que se encuentran tras ellos y les dan la espalda. Nos pinta al hombre que pide limosna apoyado en la pared vistiendo una chaqueta que, aunque con poco lustre, solo se podía encontrar en personajes de cierta alcurnia.