También esto
Aguafuerte y agua tinta (137x194 mm).
Esta estampa hay que leerla junto con la anterior, a la que hace referencia el título, pues su mensaje completa en cierta medida lo que acabamos de leer. Así, nos encontramos de nuevo con un grupo de frailes que comienzan una acelerada huida, siguiendo a un pelotón que parece haber sufrido su mismo destino.
Incluso parece subyacer el mismo sentimiento de fondo que veíamos en la otra estampa: estos frailes parten en carrera de manera atolondrada, desconcertados, como si acabaran de ser expulsados de su convento. De hecho, en un boceto previo que realizó Goya de esta estampa, el tumulto del fondo era sustituido por unas arquivoltas, como si efectivamente estas personas acabaran de salir expulsados de la casa que les cobijaba.
Sustituyendo esa arquitectura por el grupo de religiosos en huida, se le quita el carácter espacial a la escena, como si viniera a reflejar la situación que se vivió en casi todas las casas de religión que existían en la España de aquellos años, en aras de dejar constancia de los sentimientos anteriormente expresados .