Grande hazaña, con muertos!
Aguafuerte, agua tinta y punta seca (137x187 mm).
En esta escena, no se incluye ningún verdugo ni ningún indicio de batalla, como sí ocurre en las anteriores. Se representa la barbarie que permanece una vez acabado el enfrentamiento, la soledad de los muertos, el horror al que es capaz de llegar el ser humano. Y en esto mismo reside la atemporalidad de las estampas goyescas. Él representa la Guerra de Independencia, pero los sentimientos que en ellas coloca sabemos que, desgraciadamente, carecen de historicidad: en cualquier momento pueden repetirse, y aún hoy en día se están viviendo en cualquier parte del planeta.
En este cuerpo en particular, nos parece encontrar ciertas similitudes con el que se representa en la estampa 33. Bien pudiera ser la misma persona, una vez acabada la castración a la que le estaban sometiendo, junto a otros compañeros que corrieron el mismo destino. Si fuera así, se ratificaría el carácter de "reportero de guerra" que se le ha venido dando a Goya en la historiografía moderna, pues representaría a los cuerpos que él mismo estaba viendo, dejando testimonio de los patíbulos que se sucedían por la geografía madrileña.
Fuerte valor simbólico el que adquiere aquí en particular la naturaleza. Los árboles y plantas, que deben florecer con verdes hojas, lo hacen en este caso con los restos de los fallecidos que, como reliquias, penden de las distintas ramas de los arbustos. Ni la naturaleza puede paliar ni mejorar la situación que se vive en estos momentos.