Aguafuerte y aguatinta (131 x 196 mm.)

Dos soldados franceses despojan cuatro cadáveres de paisanos españoles. Delante de un árbol de grueso tronco yace un cuerpo que ya ha sido desnudado y en el fondo, a la izquierda, aparecen otros personajes que quizá se estén empleando en la misma tarea. Este tipo de situaciones eran habituales durante la guerra, el momento en que los cuerpos eran desprovistos de sus bienes materiales y, al mismo tiempo, privados por completo de su dignidad. 

En la Memoria de lo más interesante que ha ocurrido en la ciudad de Zaragoza (Madrid, 1808) se cuenta que mientras los crueles soldados se complacían "en hacer dar a muchos el último suspiro, los ambiciosos llevan tras sí los muertos para despojarlos" pág.39

La estampa es otra muestra de la audacia del artista para dar nuevos significados a iconografías religiosas.  Goya se remite  visualmente a la pasión de Cristo. Esos soldados que despojan a los muertos de sus vestiduras tienen su referente en los que finalmente se rifaron las de Cristo.