Bien te se está
Aguafuerte y aguatinta (120 x 189 mm.)
Aparece en la estampa la silueta de un soldado herido rodeado de sus compatriotas, suponiendo ciertos críticos que representa al general Dupré. En el primer plano, unos soldados asisten a los últimos momentos de un militar y otro intenta levantar a uno que ha quedado maltrecho; a la izquierda, unos pies indican la soledad de los muertos. Al fondo, en otro corrillo , se vive una situación similar.
Goya nos introduce en el campo de batalla y presenta el final de ésta: la retirada de los heridos y la atención a los moribundos. Pone en evidencia las muertes anónimas y sin brillo de tantos señalados militares que, viniendo a recoger honores, quedaron sepultados en campos desconocidos de la Península Ibérica. Por los uniformes –se diferencian claramente los gorros de los destacamentos polacos–, nos encontramos en campo francés. Por el contenido, y teniendo en cuenta la estampa que la sucede, la escena se relaciona con Zaragoza.
La enorme corpulencia se refuerza por el escorzo que a la vez guía nuestra mirada hacia el soldado cuyo gesto de rabia contenida nos transmite la violencia del momento.
Las siluetas luminosas de los soldados, sus actitudes compungidas y piadosas, nos llevan hacia el rostro lleno de tristeza del caído; su mano abierta y expresiva subraya el desconsuelo.
"...Ponerse el general a su frente para mejor animarlos, y al dar el primer paso, es traspasado por una bala que lo dejó yerto [...] Conmoviose la tierra con la caída del corpulento Jefe, cuya mole parecía a la de un elefante, y murió a pesar de sus exhortaciones, no figurándose que su sepultura había de ser un ribazo, y que éste era el premio que le tenía dispuesto su emperador para recompensar sus fatigas".