"...En el siglo XVIII dicha campana era usada, en particular en Roma, por las personas que iban por la ciudad en coche acompañando a los doctorados en la universidad llamada «La Sapienza». Tal costumbre anunciaba a todos los de dicho título, pero también permitía, a los que conocían al doctor, reírse de él. Por qué se practicaría este ridículo uso de las campanas y de dónde tendría su origen, no lo pude encontrar, pero sí hallé su abolición por motivos razonables, siendo que el otorgamiento de un doctorado requiere aplausos más nobles y respetuosos. En los edictos publicados para el buen gobierno de dicha universidad se lee:  se prohíbe que alguien se atreva a traer y tocar cencerros u otros instrumentos similares tras los recién doctorados, bajo pena de 50 escudos de oro y de serle retirado el privilegio de doctor a quien consintiere tal vergüenza, con otros castigos para los violadores al albedrío de dicho señor doctor".