La lectura de los títulos de las relaciones pone bajo nuestra mirada la larga lista de protagonistas de aquel año de 1621. En primer término, las figuras centrales, el emperador Fernando, el príncipe  Federico V, el príncipe de Transilvania, Bethlen Gabor, el papa Gregorio XV, Felipe III y su sucesor Felipe IV, el rey de Polonia, Segismundo III, Jacobo VI de Inglaterra, Luis XIII...  En torno a la muerte de Felipe III y a la coronación de Felipe IV, y sobre la sucesión de Pablo V por Gregorio XV hay un número casi infinito de relaciones. Aunque podría haber estado en la sala dedicada a España, junto a los otros textos de Almansa, dejamos aquí una edición lisboeta de la carta donde anuncia la muerte de Felipe III, la coronación de su hijo, y los cambios producidos en la corte, y finalmente la relación de la carta en que Felipe IV ordena a la ciudad de Granada que haga las ceremonias debidas en recuerdo de su progenitor.

Junto a esas figuras central, desfilan también las figuras de la corte, los nobles, entre ellos los caídos en desgracia, como el duque de Osuna, de cuyos lamentos hemos seleccionado una edición italiana –no en vano había sido virrey de Nápoles, y fue por causa de su gestión en aquel reino por lo que se le mantuvo confinado en su castillo hasta su muerte–; o como Rodrigo Calderón, marqués de Siete Iglesias, el hombre del duque de Lerma juzgado por corrupción, sentenciado a muerte y ejecutado –un caso que dio pie a innumerables relaciones, entre ellas una en inglés sorprendentemente impresa, según reza el pie de imprenta, en Madrid por la viuda de Fernando Correa de Montenegro–, y la poética por Sebastián de Flores, impresa en Barcelona por Esteban Liberós a partir de una edición cordobesa.

Y estaban por supuesto los grandes jefes militares, como Spinola, Bucquoy, de cuya muerte recogemos la relación parisina impresa por Rocolet, o el duque de Mansfeld.   Entrar en la sala