Cartografía en la BUS

Mapa del Caribe. En: Pietro Martire d'Anghiera. De Orbe Novo Decades. Alcalá de Henares, 1516. BUS A Res. 59/3/13(3)

La muy diversa procedencia del Fondo Antiguo de la Biblioteca de la Universidad de Sevilla explica que, aunque la mayor parte de las obras pertenecen al ámbito religioso y jurídico, estén representadas muchas otras más áreas del conocimiento humano: obras históricas y literarias, relaciones de sucesos, libros de medicina, técnica, arquitectura, arte y ciencia militares, historia natural, matemáticas y, por supuesto, Geografia.

Esa presencia de libros de Geografia, en principio habitual en cualquier biblioteca histórica, viene reforzada en el caso de la Universidad de Sevilla por la relación que esta ciudad tuvo largo tiempo con el Nuevo Mundo. A título de ejemplo, pueden mencionarse la biblioteca del cosmógrafo Jerónimo de Chaves, o ejemplares procedentes de la biblioteca del Real Colegio de San Telmo-Universidad de Mareantes, a los que se suman bibliotecas de tanto interés como la del científico, militar y navegante, Antonio de Ulloa y de la Torre Giralt. En segundo lugar, la enorme cantidad de libros de geografia de los que hay constancia que provienen de los diferentes centros jesuíticos y conventuales sevillanos, da la medida del interés de la Compañía de Jesús y de otras congregaciones religiosas en los conocimientos geográficos, derivado de su enérgica actividad misionera en el Nuevo Mundo.

El objeto de esta sala es ilustrar la evolución de la cartografia desde el periodo de la imprenta primitiva hasta fmales del siglo XVIII mostrando ejemplares de la BUS que jalonan esta historia. En el estudio que la acompaña, esa exposición de hitos en la historia de la cartografía se acompaña de una contextualización técnica y referencias a las procedencias de los ejemplares.

Elemento

"Mapamundi". En: Claudio Tolomeo. Liber Geographiae cum tabulis libri octo. Venecia, 1511. BUS A Res. 01/4/01(2)

Aparte de los precedentes medievales que se sabe existieron, en el punto de partida de la cartografia del siglo XV está, sin ninguna duda, la obra del astrónomo Claudio Ptolomeo (s. II d. de C.), el Almagesto (“el grande”), que sobrevivió durante la Edad Media en manuscritos griegos y árabes y que alcanzaría una fuerte difusión en Europa a la largo del siglo XV. De la Geographia de Ptolomeo se hicieron cerca de cincuenta ediciones a lo largo de los siglos xvi y xvii. En la BUS hay ventirtrés ejemplares de diferentes ediciones ptolemaicas, procedentes de centros jesuíticos (San Hermenegildo y la Casa Profesa), del Colegio de Santo Tomás, de la biblioteca de Jerónimo Chaves y de la del Conde-Duque de Olivares.

Elemento

"Norte de África". En: Claudio Tolomeo. Liber Geographiae cum tabulis libri octo. Venecia, 1511. BUS A Res. 01/4/01(2)

Todavía en el siglo XV, merece la pena reseñar la presencia del Isolario de Bartolomeo Zamberti (Venecia, Guglielmo Anima mia de Tridino, ca. 1486), con unos cincuenta mapas de islas. Nuestro ejemplar, que procede del Monasterio de la Cartuja, muy probablemente de la biblioteca de Jerónimo Chaves, cuenta con la traducción manuscrita de los versos con que el autor describía las islas, y que le valieron el nombre de Bartolomeo da li Sonetti. Otros dos isolarios presentes en la BUS, ya comentados en la sala dedicada a ellos, son el de Benedetto Bordone (Venecia, 1534), en ejemplar con sello de la Casa Profesa de la Compañía de Jesús, y la bellísima obra L’isole piu famose del mundo (Venecia, 1575), de la que existen tres ejemplares, uno de ellos procedente de la Biblioteca Pública de San Acacio, y a la que corressponde la imagen siguiente.

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"Mondo Nuovo". En: Benedetto Bordone. L’isole piu famose del mondo. Venecia, 1575. BUS A Res. 11/3/01

Sin ningún género de dudas, una de las figuras más relevantes de la historia de la cartografia es la de Abraham Ortelio, nombrado por Felipe II Cosmógrafo Real y responsable del considerado primer atlas moderno, el Theatrum Orbis Terrarum, publicado en 1570. Ortelio recopiló para su obra los mejores mapas disponibles de los cartógrafos más importantes de su tiempo, de forma que abarcara el mundo entero. El Theatrum tuvo un gran éxito inmediato, siendo editado en varios idiomas; en español se hicieron tres ediciones, en 1588, 1602 y 1612. La primera edición del Theatrum, publicada en Amberes en 1570, incluye únicamente el mapa de España y el de Portugal; en sucesivas ediciones irán apareciendo las imágenes pertenecientes a otras regiones peninsulares. El primer mapa regional que aparece lo hace en 1580 y corresponde a la diócesis de Sevilla ñsu título es Hispalensis Conventus Delineatio, realizado por Jerónimo de Chaves, Catedrático de Cosmografia de la Casa de Contratación. Este mapa es una de las primeras representaciones cartográficas de una región de España.

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“Hispalensis Conventus Delineatio”. En: Abraham Ortelio. Theatro de la Tierra Universal. Amberes, 1588. BUS A Res. 73/1/03

En cuanto al Civitates Orbis Terrarum, los depósitos de la BUS custodian una serie completa de seis volúmenes, más dos ejemplares del libro tercero y uno del cuarto. De estos ejemplares, hay constancia de la procedencia de la serie completa, en la que figuran como propietarios los nombres de Martín Cortés y Juan Pedro Cortes, siendo más que probable que el primero se trate del cosmógrafo de origen aragonés Martín Cortés de Albacar. Un ejemplar del volumen tercero lleva ex libris manuscrito del Colegio de la Inmaculada Concepción, perteneciente a la Compañía de Jesús.

Igualmente clave en la cartografia del siglo XVI es Gerard Mercator, padre de la cartografia moderna, e inventor de la proyección que lleva su nombre. Su famoso Atlas sive cosmographicae meditationes de fabrica mundi incluye algunos mapas de España. Este atlas no tuvo mucho éxito, influyendo en ello el hecho de que lo publicara en secciones. Años más tarde, Iodocus Hondius compró las planchas a los herederos de Mercator e hizo una segunda edición sin modificaciones, publicada en 1602. Hondius fue ampliando constantemente el atlas, llegando a hacerse muy popular en el siglo xvii. A este atlas corresponde el hermoso mapa de Andalucía que tiene por título Andaluziae nova descript. Del Atlas sive cosmographicae meditationes de fabrica mundi, hay una edición (Amsterdam, 1606), revisada y completada por Hondius, con ejemplar procedente del Monasterio de San Isidoro del Campo. De la edición de Amsterdam, 1634, del Atlas minor, también revisado por Hondius, el ejemplar procede de la Casa Profesa.

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Gerhard Mercator. Atlas minor. Amsterdam, 1634. BUS A 010/054

Puede decirse que lo que Ortelio y Mercator fueron para la cartografia de la centuria anterior, lo fue para la del XVII la familia Blaeu, propietaria de una de las más fecundas firmas cartográficas de la historia, dedicada a la formación y venta de mapas y atlas. El creador de la firma fue Willem Janszoon Blaeu (1571-1638), que edita en 1608 un atlas de cartas náuticas titulado «La luz de los navegantes», y en 1630 el Atlantis Appendix, con sesenta mapas. Su obra más importante, el Nuevo Atlas, vio la luz en 1634 y un año después publicó una nueva edición en dos volúmenes, que fue ampliándose rápidamente y en unos años se cumplió el objetivo que se había propuesto: publicar la suma más completa de todos los conocimientos geográficos de la época; pero Blaeu murió antes de ver la publicación completa del atlas.

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"Insula que a Ioanne Mayen nomen sortita est". En: Jean Blaeu. Geographia Blaviana. Amsterdam, 1659. BUS A 215/135

Su obra fue continuada por sus hijos y nieto: Joan, Willem y Cornelis. En especial su hijo Joan Blaeu, de una gran formación científica, llegó a ser una figura relevante en el mundo de la edición cartográfica; continuó con la edición del atlas, aumentando su prestigio y llegando a incrementar el número de mapas y la extensión de la obra hasta doce volúmenes en 1663. El Atlas Maior o Geographia Blaviana fue traducido a varios idiomas y su contenido sirvió de modelo a los autores holandeses, alemanes, franceses e ingleses a lo largo del siglo xviii. Los atlas de la familia Blaeu representan el punto culminante de la cartografia holandesa.

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Lodovico Guicciardini. Ominum Belgii sive inferioris Germaniae regionum descriptio. Amsterdam, 1613. BUS A 025/061

También de la casa Blaeu salió la obra de Lodovico Guicciardini, Omnium Belgii sive inferioris Germaniae regionum descriptio (Amsterdam, 1613) con vistas y planos de más de un centenar de ciudades de los Países Bajos de la que tiene ejemplares la BUS, igual que de la edición francesa, Description de touts les Paysbas autrement appellez la Germanie Inferieure ou Basse Allemagne, (Campen.Amsterdam, 1641).

Del Convento de Santa María del Populo provienen los ejemplares de la BUS de dos ediciones de la Cosmographia de Paulus Merula, impresas las dos en Amsterdam en 1613 y 1621. La fama obtenida por algunos editores como Hondius y Blaeu, unida a la gran demanda de información geográfica, motivó que se abrieran nuevos talleres dedicados a la edición de mapas y atlas. Éste es el caso de Jan Janssonius, Claes Janszoon Visscher, y Frederik de Wit, editor del Atlas sive descriptio Terrarum Orbis y del Atlas Mayor. Hacia 1630 trabaja en Amsterdam la familia del editor y grabador Cornelis Danckers, cuyos atlas ricamente iluminados se editaron hasta 1710. Del taller de Johannes Janssonius van Waesberge, en la BUS pueden encontrarse, entre otros títulos, P. Bertii Commentariorum rerum Germanicarum libri tres, de Pes Bertius (Amsterdam, 1616 y Amsterdam1632).

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“Daniae regnum”. En: Petrus Bertius. P. Bertii Commentariorum rerum Germanicarum libri tres. Amsterdam, 1616. BUS A 026/012

Entre las dinastías de editores holandeses, destaca la familia Van Keulen. Establecidos en Amsterdamen la segunda mitad del siglo xvii y especializados en mapas y publicaciones náuticas, subsistieron hasta 1885. Su fundador, Johannes Van Keulen, publicó el Zee Fakkel, obra ambiciosa que, además de las cartas náuticas, incluye vistas y mapas terrestres. Su hijo, hidrógrafo de la Compañía de las Indias Orientales, aumentó el prestigio de la firma con sus ediciones corregidas y enriquecidas con nuevos mapas. Tres interesantísimos ejemplares de atlas de cartas náuticas holandesas merecen figurar entre los tesoros de la Biblioteca de la Universidad de Sevilla: dos ejemplares, desgraciadamente mútilos, del tomo III, correspondiente al área mediterránea, del Zeefakkel (Amsterdam, Johannes Van Keulen, 1682 y Amsterdam, Grerad van Keulen, ca. 1738). Igualmente producción holandesa es Nieuw' en groote Loots-Man Zee-Spiegel inhoudende de Zee-Kusten van de Noorsche, Oostersche, en Westersche Schip-Vaert... in veele... Zee-Karten... Met noch een instructie... in de koust der Zee-vaert..., de Jacob y Caspar Loots-Man (Amsterdam, 1670).

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“Corfu of Corcyra”. En: Jaensk Clasz Vooght. De nieuwe groote ligtende Zee-Fakkel. Amsterdam, 1738. BUS A 62C/32

La escuela de cartografia francesa, surgida en torno a la Academia de Ciencias, fundada en 1666 como centro de investigación y enseñanza, marcará el inicio de una nueva etapa en la historia de la cartografia, introduciendo innovaciones y dotando de un alto nivel de precisión a los mapas. Entre los cartógrafos franceses destacan Nicolas Sanson d’Abbeville, Alexis Hubert Jaillot, y Nicolas de Fer, uno de los cartógrafos más prolíficos del siglo XVIII. La cartografía francesa, a la que estos y otros muchos cartógrafos contribuyeron a dotar de un alto prestigio, está presente en la BUS a través de obras como L'Europe en plusieurs cartes et en divers traittés de geographie & d'histoire (París, 1683), de Sanson d’Abbeville, que incluye con portada propia partes correspondientes a los demás continentes. Del mismo autor es la edición romana (1690) de Tauole della Geografia antica, moderna, ecclesiastica e ciuile, ouero diuisione del globo terrestre, procedente del Colegio de San Hermenegildo. En cuanto a Nicolás de Fer, hay que mencionar el ejemplar de Les forces de l'Europe, ou Description des principales villes, avec leurs fortifications (París, 1690-1695).

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“L’Italie”. En: Nicolás Sanson. L'Europe en plusieurs cartes et en divers traittés de geographie & d'histoire. París, 1683. BUS A 251/280

El siglo XVIII conoció la publicación de un enorme número de libros de geografia, entre los que se cuentan los libros de viajes de carácter científico, como los realizados por Jorge Juan y Antonio de Ulloa, mencionados más adelante. Aunque no faltarán obras españolas y portuguesas, pues no podía ser de otro modo teniendo en cuenta el potencial naval y colonial que, a pesar de todos los signos de decadencia, seguían conservando los dos estados, fue en el ámbito anglosajón y francés donde este tipo de obras conoció un auténtico florecimiento, del que son botón de muestra algunos libros de la colección histórica de la BUS. Aunque no faltan en la BUS representantes de la cartografía británica, como A Bengal Atlas (Londres, 1780), de James Rema, con 15 mapas de la región bengalí, y la Chorographia Britanniae, de Thomas Badeslade y William Henry Toms (Londres, 1742), con cuarenta y siete mapas de condados ingleses y galeses, está mucho mejor representada la cartografia francesa del XVIII, en primer lugar con dos obras de cartografia náutica como son Le Petit flambeau de la mer (Nantes, 1730), de René Bougard, y el Petit Atlas maritime : recueil de caries et plan des quatre parties du Monde en cinq volumes (si., 1764), de Jacques Nicolas Bellin. Indispensable mencionar el Atlas encyclopedique (París, 1787-1878), en dos volúmenes, obras de Rigobert Bonne y Nicolas Desmarest, con cerca de 150 mapas y cartas náuticas, obra de Gaspard André, Eustache Herrisson, Charles Rigobert Bonne y Charles Joseph Panckoucke.

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“Plan de la Baye de Karakakooa” y “Carte des Isles Sandwich”. En: Rigobert Bonne y Nicolas Desmarest. Atlas encyclopédique. París, 1787-1788. BUS A 038(a)/93-94

En cuanto a relaciones de viajes de exploración, tan abundantes en este siglo, la lista es inagotable, pero no pueden dejar de mencionarse dos obras de singular relieve. En primer lugar, la edición en francés de las relaciones de los viajes del capitán James Cook, Relation des voyages entrepris par ordre de sa Maj esté Britannique, actuellement regnante, pour faire des découvertes dans l'Hemisphére Méridional, et successivemente exécutés par le Commodore Byron, le Capitaine Carteret, le Capitaine Wallis & le Capitaine Cook ... (Laussane, 1774), y Troisiéme voyage de Cook (Paris, 1785).

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“Carte Générale”. En: James Cook. Cartes et figures du troisième voyage... París, 1785. BUS A 040(309)/157-158

España se incorporó a los estudios geográficos y la cartografía geométrica en el siglo XVIII, con la subida al trono de Felipe. La recién creada Academia de Ciencias francesa, con el fin de determinar la figura de la Tierra, organizó dos expediciones, una a Perú y otra a Laponia, para medir dos arcos del meridiano, uno en el ecuador y otro en el polo. La expedición a Perú, dirigida por La Condamine, salió de Cádiz en 1735 y regresó en 1744. La Corona española, en cuyos territorios ultramarinos se efectuaban los trabajos, asignó a esta expedición a dos oficiales de la Marina, Jorge Juan y Antonio de Ulloa, que durante nueve años trabajaron con el equipo de científicos franceses y posteriormente, en 1748, publicaron sus trabajos en la Relación histórica del viaje a la América Meridional. El fondo antiguo de la BUS es extraordinariamente rico en libros de viajes. Junto a las ya mencionadas ediciones de Cook y de los españoles Jorge Juan y Antonio de Ulloa –de los que posee por cierto también ejemplares de la edición francesa, custodia ejemplares de la edición de Amsterdam, 1745, del Extracto del diario de observaciones hechas en el viage de la provincia de Quito al Parà, por el rio Amazonas, y del Parà a Cayana, Surinam y Amsterdam..., de Charles Marie de la Condomine.

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“Plano de la Bahía de Cartagena de las Yndias” (1735) En: Antonio de Ulloa y Jorge Juan. Relación histórica del viage a la América Meridional... Madrid, 1748. BUS A 313/202

En el fondo antiguo de la BUS no encontramos el famoso Atlas de Tomás López, el cartógrafo español más importante del siglo XVIII, pero sí varios de los mapas con los que ilustró obras como la España sagrada, Clave geographica para aprender geographia los que no tienen maestro (Madrid, 1771), ambas de Enrique Flórez, Itinerario de las carreras de posta de dentro y fuera del reyno (Madrid, 1761) e Historia de la Conquista de Máxico,de Antonio de Solís (Madrid, 1784).

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“Mapa de las lagunas, ríos y lugares que circundan a México para mayor inteligencia de la Historia y Conquista de México...” (1783). Por don Tomás López. En Antonio de Solís. Historia de la conquista de México, población y progresos de la América septentrional, conocida por el nombre de Nueva España. Madrid, 1784. BUS A 208/036

En este rápido recorrido a lo largo de cuatro siglos de la historia de la cartografia, se han mostrado algunos elementos significativos en la evolución de las técnicas cartográficas y en la edición impresa de obras de cartografia. Durante este periodo asistimos, ni más ni menos, que al nacimiento de la cartografia moderna, sobre la que se asientan las bases de la cartografia actual. Como se ha detallado en el curso de esta exposición, el Fondo Antiguo de la Biblioteca de la Universidad de Sevilla conserva numerosos ejemplos de obras cartográficas y de ciencias afines a la cartografia: técnicas de navegación, astronomía, matemáticas y geometría aplicada, descripciones geográficas, etc. que nos permiten ilustrar gran parte de lo descrito en líneas anteriores y cuya existencia, como ha quedado dicho, no es fruto de la casualidad sino que están vinculados a la historia de Sevilla.

Por motivos obvios, esta exposición ha tenido que centrarse en obras si no estrictamente cartográficas, sí con un contenido cartográfico central, quedando por tanto fuera toda esa cartografia dispersa en tantas obras históricas --por ejemplo la que ilustra la Histoire romaine de Rolllin--, literarias -- como la Carta geographica de los viajes de Don Quixote, y sitios de sus aventuras, delineada por Pellicer y grabada por Antonio Rodríguez para la edición del Quijote de Sancha, en los últimos años del siglo XVIII--, histórico-religiosas -- entre ellas la Geographia sacra (Amsterdam, 1703), de Charles Vial, enriquecida con once bellísimos mapas debidos a la mano de H. Eland -- y en otras de dificil clasificación -- cual es el caso del mapa de China incluido por Athanasius Kircher en su China monumentis (Amsterdam, 1667).

 

Leer estudio completo por Joaquín Cortés José y Eduardo Peñalver Gómez