1917-1938
EL PRIMER TBO (1917-1938)
TBO nace con una intención recreativa, dirigida a un público infantil y familiar, con claros planteamientos moralizantes y pedagógicos.
A partir del número 10 de la revista, Joaquín Buigas se hace cargo de su edición y populariza TBO, alcanzando grandes cotas de comercialización y creando un público fiel. Todo ello fue fruto de los cambios introducidos en la publicación, el mantenimiento de su precio anterior y la colaboración de numerosas firmas relevantes en el mundo de la ilustración.
En 1936, la editorial del TBO, como otras de la zona republicana, fue colectivizada por miembros de la Escuela Nueva Unificada, incluyendo, a partir de entonces entre sus páginas, algunos textos de contenido pedagógico afines a la II República. La Guerra Civil y la entrada de las tropas de Franco en Barcelona en 1938, puso el punto y final a la primera etapa de la revista.
1941-1952
UN TBO SIN NUMERAR (1941-1952)
En 1941, Buigas se asocia con Estivill y Viña y vuelve a editar TBO. La revista adquiere una indiscutible crítica social, hasta que la censura, aplicada por la dictadura tras la Guerra Civil, impone sus prohibiciones. A la publicación se le denegó su autorización como publicación periódica y por ello, durante un tiempo, se editó como folleto. Este tipo de edición conllevaba algunas restricciones, como, no tener periodicidad fija, no otorgar numeración ni fecha y la obligación de cambiar el título y el permiso de edición en cada número, aunque, cada ejemplar, siempre llevaba las palabras “Ediciones TBO” en la portada.
Pese a todo, la popularidad de TBO siguió creciendo, apareciendo entre sus páginas series tan relevantes como La familia Ulises, en 1944.
1952-1972
UN TBO NUMERADO (1952-1972)
No es hasta 1951 cuando se comienza a dar autorización, a este tipo de revista, para obtener el permiso de edición como publicación periódica. En 1952 aparece el nuevo TBO, que vuelve a numerarse desde el número 1, aunque la portada indicara el año XXXVI de la publicación.
En esta etapa, TBO logra su mayor éxito comercial, aumentando sus tiradas, publicando números extraordinarios, monográficos con historietas y material original dedicado a diversos temas de interés general. Asimismo, se incorporaron a sus filas grandes autores del género.
Tal fue la popularidad que alcanzó TBO, que en 1968 la Real Academia de la Lengua Española introdujo la palabra tebeo en su diccionario.
A finales de los años sesenta, la revista comienza a modernizarse para hacer frente a la creciente competencia por el aumento de este tipo de publicaciones.
1972-1983
DE TBO 2000 A TBO (1972-1983)
En 1972 la revista se renombra como TBO 2000, añadiendo como novedades más relevantes, una historieta de siete páginas desde su cabecera y cambios en su diseño, y otorgándole un carácter más contemporáneo a la publicación.
A pesar de todo, el nuevo TBO 2000 fue perdiendo popularidad a finales de los setenta, publicando su último número el 4 de enero de 1980.
La semana siguiente, la revista vuelve a salir a la calle, sustituyéndose la cabecera por El TBO y centrándose principalmente, esta nueva publicación, en la reedición de sus antiguas historietas. En 1981, El TBO pasó a ser un suplemento infantil de la revista Lecturas, y no es hasta finales de 1982 cuando vuelve a los quioscos de forma independiente.
1986-1998
LOS NUEVOS TBO (1986-1998)
La editorial Bruguera, adquiere en 1983 la marca TBO, aunque no es hasta 1986, por problemas económicos, cuando lo relanza con el subtítulo “Semanario de Humor y Reflexión”. Este nuevo TBO cambió radicalmente su filosofía, dirigiéndose a un público adulto, como tantas otras revistas del momento.
En junio de 1986, la quiebra de Bruguera pone fin a esta breve etapa de TBO, que publicó tan sólo siete números, adquiriendo el Grupo Zeta, en 1987, su fondo editorial y fundando Ediciones B.
En 1988, un renovado TBO, dirigido por el guionista y escritor Víctor Mora, sale de nuevo al mercado, como una revista de humor encaminada hacia un lector heterogéneo, llegando a su fin, esta última etapa, en 1998.