Biblia. Latín.
Esta biblia es uno de los códices más valiosos de la Biblioteca Universitaria. Se compone de cinco volúmenes cuya signatura correlativa fue colocada según los cantos de la encuadernación del s. XIX, pero el orden de los textos bíblicos quedó alterado y faltan los salmos.
El vol. I comprende la epístola de San Jerónimo a Paulino, y los libros históricos desde el Génesis hasta Ruth (332/150). El vol. II reúne los libros de Reyes, Paralipómenos, Esdras y Nehemías (332/151). Siguiendo el orden de la Vulgata el tercer volumen es el rotulado como cuarto (332/153); contiene todos los libros didácticos (f. 1-119v) menos los Salmos -quizá perdidos o formando parte de otro tomo-, junto a tres históricos (ff. 119v-157) -Tobías, Judith y Ester-, y los dos de los Macabeos (ff. 157-205). En el cuarto, tercero según la signatura (332/152), están todos los profetas mayores y menores. El quinto comprende el Nuevo Testamento completo y el Apocalipsis (332/154).
Los cinco volúmenes constituyen una obra muy cuidada, de factura unitaria confeccionada en un taller. Su tamaño, la calidad del pergamino, la composición de los cuadernillos y la justificación evidencian una misma preparación. El tamaño de los folios y la construcción de la justificación tienen variaciones milimétricas no significativas en una obra de estas características. Los cuadernillos son cuaterniones que comienzan por la cara de la carne y conservan los pinchazos de guía para el pautado realizado a tinta marrón, casi negra, por ambas caras; cuatro pinchazos para las líneas justificantes y en el pautado horizontal se realizaron cada cinco líneas, que nunca sobrepasan la columna salvo en las rectrices mayores. La caja de escritura a dos columnas tiene una cuidada proporción: un doble rectángulo de Pitágoras (0,653).
La unidad de pautado es amplia (8,7 mm.) y la escritura se dispone en los cinco volúmenes por debajo de la primera línea pautada, siguiendo los usos góticos, con una letra gótica textualis formata de caracteres alargados. Los caracteres gráficos dejan observar varias manos de copia, pero sus hábitos comunes revelan el trabajo de un taller muy especializado: no hay reclamos al final de los cuadernos, ni numeración de bifolios.
La cuidada preparación de los volúmenes queda resaltada por una extraordinaria decoración miniada. A grandes rasgos la iluminación más destacada se concentra en los dos primeros textos de cada volumen, donde encontramos las iniciales de mayor tamaño, y los marginalia ocupan todos los espacios no escritos. Dos iniciales historiadas y ciento doce decoradas, acompañadas de sus respectivas decoraciones marginales destacan el comienzo de los libros y prólogos: responden a varios modelos que pueden encontrarse en los cinco tomos, y posiblemente son obra de distintos iluminadores de un mismo taller. La iluminación recuerda bastante a algunos manuscritos conocidos de Colonia, Utrech y región alsaciana del tercer cuarto del siglo XV. Incluso el tratamiento conferido a las orlas del libro de Josué y I Macabeos, no deja de evocar algunas páginas de la Biblia de Gutenberg conservada en la Biblioteca Pública de Burgos (B. Pub. Inc. 66).
La decoración de las iniciales obedece a una clara jerarquía textual. San Jerónimo, ataviado con ropas de cardenal y acompañado por el león, y la alusión al pecado original del Génesis (vol. I fol.1 y 9) destacan el comienzo de la Vulgata. Los restantes libros tienen todos letras con tonalidades degradadas en azul, rosa palo, verde agua, verde yerba, y naranja, que presentan decoraciones ondulosas, medias palmetas, flores cuadrilobuladas, hojas alargadas y máscaras. Se disponen dentro de marcos lisos o de oro bruñido, decorado con gofrados de distintos dibujos, e incluso con escotaduras. En numerosas ocasiones se destacan sobre el oro gofrado, pero en otras hay estilizaciones florales y vegetales realizadas con oro líquido, sogueados decomposición romboidal o diagonal, diversas composiciones geométricas, y otros motivos que recuerdan pavimentos cerámicos. Todas las iniciales, salvo las i, tienen proporciones cuadradas y su tamaño oscila entre seisy siete renglones de alto.
Los libros que coinciden con un comienzo de volumen tienen iniciales de mayor tamaño, y su decoración marginal está en paralelo con la del vol. I. Las orlas ocupan tres márgenes y siguen distintos patrones combinados. Destaca por su tratamiento naturalista la decoración intercolumnar que sale del pico de un ganso en el libro de Josué y el ave zancuda colgada del árbol que decora el margen del I Macabeos. En el tercer volumen (332/153) existe un predominio en orlas horizontales más cortas con motivos vegetales y animados sobre zarcillos de tinta en los libros didácticos, pero a partir de los libros históricos las orlas recuperan los elementos formas anteriores.
Las iniciales de tinta, roja o azul, decoradas con motivos afiligranados y antenas en rojo y malva, que destacan los comienzos de cada capítulo tienen tres renglones de alto: muestran motivos y trazos homogéneos, que también indican eltrabajo de un taller especializado.
La procedencia de estos volúmenes es desconocida, aunque la comprobación realizada en el inventario dela Biblioteca Pública de San Acacio de 1811, cuya copia manuscrita de 1840 se conserva actualmente enla Biblioteca Universitaria, hace pensar que se trate de la biblia catalogada en la primera página. Encuadernación del siglo XIX en piel marrón con hierros dorados; nervios, cantos y cortes dorados
Tomado del comentario y ficha técnica para la Exposición Universitas Hispalensis: Patrimonio de la Universidad de Sevilla, por Teresa Laguna Paul.
Bibliografía: Castillo, María José del. La Biblia Sacra Vulgata Latina (332/150-154) de la Biblioteca Universitaria de Sevilla. Revista de Arte Sevillano, I, 1982, págs. 1-12. Domínguez Bordona , J. Catálogo de la Exposición Antológica del Tesoro Documental, Bibliográfico y Arqueológico de España. nº 196. Madrid, 1959. Domínguez Bordona, J. Manuscritos con pinturas, T. II, nº 1735. Madrid, 1933.